Museo: Museo Histórico de Durazno (Uruguay)
Inventario: s/d
Clasificación Genérica: Objeto religioso
Objeto/Documento: Figura de culto religioso guaraní
Título Figura religiosa. Virgen perteneciente a Luisa Tiraparé (Museo Histórico de Durazno)
Materia/Soporte Figura:Madera Policromada
Técnica Figura:Talla (madera)
Dimensiones Base:diámetro=21,7 cm; Figura:altura=26,6 cm;
Talla a mitad de figura:anchura=8,3 cm;
Descripción: Luisa Tiraparé (s/d-1881), nació en la segunda mitad del siglo XVIII en la antigua misión jesuítica de San Borja (actual estado de Río Grande del Sur, Brasil) y se llamaba María Luisa Cuñambuy, pero al casarse con una figura de destaque de dicha población, el Cacique Fernando Tiraparé, adoptó el apellido de su esposo. En 1828 integró el éxodo de varios miles de indígenas misioneros que abandonaron sus antiguos pueblos para refugiarse en el flamante Estado Oriental. En esta larga marcha de por lo menos doce pueblos de las antiguas Misiones, cada comunidad condujo sus objetos de culto (por ejemplo campanas, tallas en madera, libros, vestuarios) pues eran bienes adquiridos a lo largo de más de un siglo y medio de historia. Luisa Tiraparé y su esposo vivieron primero en Bella Unión (1829-1832), extremo norte del territorio uruguayo, y luego se trasladaron junto a cerca de mil indígenas hacia las orillas del río Yí, fundando un pueblo llamado San Borja del Yí. Esta población fue la última población indígena que existió en el Uruguay y su historia se extiende desde 1833 a 1862. Al fallecer Fernando Tiraparé en 1840 (quien era la máxima autoridad de esa población) y los demás Corregidores y Caciques, Luisa se transformó en la líder de las pocas familias de indígenas que lograron sobrevivir al largo período de la Guerra Grande. Algunos documentos la designan como Cacica de San Borja, pero ella prefería identificarse como la Mayordoma, que era un antiguo cargo existente en las comunidades indígenas misioneras, el cual tenía como misión conservar todos los objetos del culto católico, mantener el templo y presidir las ceremonias religiosas en caso de que no existiera un sacerdote. Luchó por muchos años por mantener a los últimos indígenas reunidos en las tierras de San Borja del Yí, encabezando ella las diferentes gestiones ante las autoridades políticas y militares de entonces para defender sus derechos. Pero finalmente fueron expulsados de esas tierras en forma violenta en 1862 y entonces Luisa pasó a habitar una pequeña chacra en las cercanías de la entonces Villa del Durazno (en el centro del territorio uruguayo). En ella se construyó un pequeño oratorio, con paredes de piedra y techo de paja, donde la remanente grey misionera celebraba los oficios religiosos en guaraní, presididos por la Mayordoma. Con los años ella fue obsequiando a distintos integrantes de la comunidad indígena algunas de las tallas que los habían acompañado en su largo exilio en Uruguay. Esta talla que posee el Museo Histórico de Durazno, fue precisamente, recibida y conservada por una india misionera de San Borja y sus descendientes. Luisa Tiraparé falleció el 24 de enero de 1881 y según la partida de defunción tenía 115 años. Para este catálogo, se elige una figura de madera (virgen), que según la tradición oral familiar, perteneció a la Capilla de la población indígena de San Borja del Yí, de la cual era Mayordoma Luisa Tiraparé. Ella la conservó, manteniéndola como objeto de culto popular durante más de un siglo en la zona de Maestre Campo (departamento de Durazno). Fue donada al Museo Histórico ('Casa Rivera') de Durazno, por un descendiente de Tiraparé.